Sevilla, 1929. Espectador de excepción desde su altura de piedra veía como la ciudad se convertía en escenario inventado para acoger una muestra que estiraba hacia el sur el plano de la urbe. Observaba como la gente iba y venia comentando los fastos de la exposición. Había quien se detenia junto a su silueta inherte atraidos por la leyenda incisa bajo sus pies:
INTEGRO Y
CABALLEROSO
FUE MUCHO
PARA TODOS Y
POCO PARA SÍ
POCO PARA SÍ
Esto debió pasar por su imaginación cuando después de la jornada laboral se montaba en el coche de un compañero que estaba aparcado junto a la peana de letras huerfanas y vacias, pero que sin embargo eran testigos de un dueño, de quien ocupó esa altura hacía años, lustros o décadas. Todas las mañanas pasaba por el mismo lugar y nunca reparó en él. Desde entonces, desde ese tú a tú con el pasado más reciente del Porvenir, ronda en su cabeza a quien perteneció este pedestal sin estatua y porqué Sevilla hecha en el olvido muchos hitos de su callejero.
Fotos: Alberto Ramírez. El pedestal se encuentra en la Avenida de la Borbolla, a la espalda del antiguo Pabellón Domecq.
5 comentarios:
...ummm, quién podrá ser, tan poco para sí que ni se quedó encima del pedestal, pobre. La definición es bastante utópica, es dificil, y más hoy día, encontrar alguien que coincida con tal definición
HACIA TIEMPO QUE NO ENTRABA EN BLOGS, OJEANDO LAS �LTIMAS ENTRADAS DE TU BLOG ME DOY CUENTA QUE ERES CAPILLITA CAPILLITA AUNQUE NO VAS MUCHO A MISA JEJE A QU� SE DEBE TU AFICI�N??
Muy interesante, a mi tambien me ha entrado la curiosidad por saber quien era.
Lo de quitar, poner o cambiar estatuas parece de película de los hermanos Marx...lo triste es que no es para reirse.
Interesante historia querido Moris.
¿Y dónde se encuentra su inquilino querido amigo?
Un abrazo.
bueno pues ahora habrá que ponerse a investigar para esclarecernos quién ocupaba el pedestal
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