25 junio 2007

HOY NO ME PUEDO LEVANTAR. EL MUSICAL

La casualidad y la causalidad se han confabulado para que el pasado fin de semana me desplazara a la capital de España. Mientras unos se mordian las uñas con la final de la Copa del Rey entre Sevilla y Getafe, yo fui invitado al musical Hoy No Me Puedo Levantar, que desde hace un par de temporadas se escenifica en el Teatro Movistar de la Gran Vía madrileña.

Ya había oído hablar de él, pero siempre me mostre incrédulo, debido quizás al poco bagaje en este tipo de espectáculos. Pensaba que lo que iba a presenciar era una sucesión de canciones sin más. A pesar de llegar cinco minutos tarde nos acomodaron en nuestro sitio, platea fila 7; vamos ubicación de privilegiados. Pero nos perdimos el tema que da título al musical, aunque no el principio de la historia. Sí, una historia. La de dos chavales, Mario y Colate que en el año 81 deciden escapar de la monotonia de su ambiente rural para buscar fortuna en la capital con su verdadera vocación, la música. Ya en Madrid se ven abocados a trabajar en otra cosa para sobrevivir, recalando en el 33, un pub nocturno donde acaban por encontrar la fortuna, además del resto de componentes de su grupo, el manager y... Mario una historia de amor con María, una bailarina muy flamenca. La carcajada se asegura con el bateria, Chakas, y el bajo, Guillermo, "la loca" del grupo y seguidor acérrimo de Rafaela Carrá y su mítica frase me expló. El resto de la historia, que se debate entre la risa del primer acto y el llanto del segundo, es preferible que no la cuente y que vayan a verla. A verla, a sentirla, a disfrutarla y a escucharla porque todo se une de forma magistral con las canciones y composiciones del grupo Mecano, trío de genios que siempre seguirá vivo.

Como ya he dicho, la obra consta de dos actos con un intermedio de veinte minutos, que la mayoria aprovecha para hacerse con el CD del musical. Nosotros entramos a las 22.30 h. y salimos a eso de las 2.45 h. Eso sí, ni se hace pesado, y, como todas las cosas buenas, pasan en un suspiro. La distancia con el escenario es sólo física, porque los actores interactúan con el público, y estos con ellos. Canciones a compás de las palmas de los asistentes, que finaliza en bailes in situ, cantando las composiciones con las que muchos hemos crecido y otros, más pequeños, echaron los dientes. Conforme va pasando la noche empiezas a notar un leve dolor en las muñecas de tanto aplaudir, así como la mueca que se te queda en la cara, que en bastantes ocasiones notaba que tenía la boca abierta. Y no es para menos con esas coreografías y escenografías, que lo mismo estabas en la Puerta del Sol celebrando el fin de año, como No es serio este cementerio con sus muertos vivientes. Fueron especiales las puesta en escena y el ballet en la interpretación de Lía, de José Cano, y la de Dalí y la perrita Laica que se debate entre el surrealismo y el espacio. Con todo me di cuenta que también tengo una parte popera o rockpopera, tanto que aún sigo con "el mono" y no paro de escuchar el CD del musical y las canciones de Jose, Ana y Nacho.

Nacho Cano describe el espectáculo en le libreto del CD con las siguientes palabras que me parecen muy ilustradoras: Hoy No Me Puedo Levantar es un viaje por el mundo de las emociones. El ritual que actores, bailarines, músicos y técnicos desarrollan, consigue a base de talento, energía y entrega, que la distancia entre el escenario y las butacas pronto desaparezca.

El tiempo también se esfuma... y reír, llorar y cantar se suceden en una secuencia que culmina en euforia colectiva.

Cuando comencé a trabajar con el elenco, le dije que no revisaríamos la obra de Mecano si no era para llevarla más allá. Nunca pensé que pudiéramos llevarla al más allá.

Hoy No Me Puedo Levantar y la producción de serotonina.

Me ha parecido interesante lo que recoge un tríptico, que yo he podido experimentar en mis carnes: Decir que Hoy No Me Puedo Levantar es sólo un musical rock de éxito sería injusto. Es un musical rock, sí. De éxito, también. Pero hay quien dice que además estimula la producción de serotonina en el cerebro, también conocida como la hormona del humor.

Hoy No Me Puedo Levantar se está empezando a recomendar por sus bebeficios para la salud. Aún queda mucho por investigar al respecto pero lo que está claro es que verlo, hace bien. Y ojalá sean más quienes tengan la oprtunidad de disfrutarlo, porque imagínense ustedes como cambiarían las cosas si estuviéramos todos de mejor humor.

Con lo dicho comienzo a hacer una lista con los que quieran desplazarse a Madrid y vivirlo. A mi no me importaría volverla a disfrutar.


más información en la web http://www.hoynomepuedolevantar.com/

COMO EN SEVILLA

Numerosas estampas como esta se sucedían por toda la capital española desde el viernes. Aunque fue el sábado, desde muy temprano, cuando tuvo lugar la verdadera "marea roja" por las carreteras que unen Sevilla con Madrid. La meta: la copa de S. M. El Rey.

La nota dominanate durante toda la jornada del día del partido fue el ambiente, relajado y festivo, por parte de los aficionados de ambos equipos. Si bien algún despistado, cual topo de Lopera, se apostaba en la Puerta del Sol con el polo del centenario del Real Betis abrochado hasta la nuez siendo testigo de la fiesta del eterno rival. Lo cierto es que pasear por Madrid, por sus bares era como veranear en Chipiona. A cada paso algún conocido, un amigo y, ante todo, cientos y cientos de sevillanos. Hasta una delegación de la calle Feria 29 se concentraban en los alrededores de la Plaza Mayor pertrechados de neveras repletas de comida y bebida.
Y de ahí al Bernabeu. Hasta las entrañas de la villa y corte estaba tomada por los aficionados y seguidores del equipo de Nervión. De las bocas de las estaciones del metro salía el eco al unísono del himno de El Arrebato. A la salida del subterráneo, el color predominante el rojiblanco del Sevilla y el verde y blanco de las banderas de Andalucía.
El partido comenzó a las 22.00 horas. Gol de Kanouté. El resto del encuentro se debatió entre el nerviosismo y el tedio de un partido falto de emociones, en palabras de los aficionados. Finalmente la copa se vino a Sevilla, aunque los dos equipos continuaron celebrando la fiesta de llegar a disputar la final. Pero la bruja estuvo de parte del club del arte y el salero, el equipo del Ramón Sánchez Pizjuan
Foto: Alberto Ramírez. Plaza Mayor de Madrid. 23 de junio de 2007

21 junio 2007

ESOS DIAS DE VERANO


Foto: Alberto Ramírez. Calas de Conil

19 junio 2007

RETAZOS DE FICCIÓN Y REALIDAD


Durante años la había adorado en silencio. La más constante imagen de ella en su pensamiento era la de la primera vez que la había visto bajar por las escaleras en el salón de Earlcastle y se dijo que debía de ser la princesa de un cuento. Pero siguió siendo una figura remota. Hablaba con el prior Philip, con Tom el constructor, y con Malachi el judío y también con otras personas acaudaladas y poderosas de Kingsbridge. Pero Jack jamás había tenido ocasión de dirigirse a ella. Se limitaba a mirarla cuando rezaba en la iglesia o cabalgaba en su palafrén por el puente, y también mientras tomaba el sol delante de su casa, envuelta en costosas pieles en invierno y vistiendo hermosos trajes de lino en verano, con el pelo alborotado enmarcándole el bello rostro. Antes de dormirse cada noche, solía pensar en lo maravilloso que sería quitarle aquellos ropajes, verla desnuda y besar sus suaves labios.

Durante las últimas semanas, se había sentido desazonado y deprimido a causa de esas fantasías. Ya no le bastaba con verla a distancia y escuchar sus conversaciones con otras gentes e imaginar que le hacía el amor. Necesitaba que fuera algo real.


(...)


Ken Follet. Los Pilares de la Tierra
Fotografias: Alberto Ramírez. Castillo de Olvera y vísta de la sierra de Cádiz desde sus almenas

06 junio 2007

SEVILLA


Torres con alas de oro

que sueñan distancias.

Calles con sombras de siglos

y nardos de plata.

Cantes que arañan estrellas

que arañan el alma.

Noches reflejos de un rio

que quiso ser mar,

que quiso ser mar.


Sevilla, verde claridad sonora.

Verde tierra, azul el aire

donde el agua adormecida

de una torre se enamora.

Sevilla, verde claridad sonora.

De andaluzas soledades.

Fuego, nieve, llanto y cante.
Fotografía: Alberto Ramírez

01 junio 2007

PARECE MENTIRA QUE...

Parece mentira que los dichos de mi madre cobren vida.
Parece mentira que estos carteles se sitúen junto al patrimonio de nuestra Andalucía.

Parece mentira que el can entienda lo que en él se transmita.

Parece mentira que lo tachen a él y no a su porquería.

Parece mentira que el el olor de sus ecces así se transcriba.

Parece mentira que a un perro cagando le entre fatiga.


Foto realizada junto al Monasterio de San Isidoro del Campo. Santiponce (Sevilla)