26 noviembre 2007

UN HOSPITAL EN EL MUSEO

Así consta en una placa que se haya en la galeria del patio central del actual Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla.


Corrian los años de las obras, de los preparativos, de la organización de uno de los grandes eventos que marcarían la ciudad. Esos acontecimientos que pasan a la historia de sus anales y de su callejero. La Exposición Iberoamericana se habría de celebrar en Sevilla en 1929. Los terrenos que tendrían que albergar los pabellones de las distintas ciudades que participaban estaban hasta ese entonces baldíos. Poco a poco, ladrillo a ladrillo se levantaba una ciudad que ocupaba a gran parte de la población. Grandes nombres de la arquitectura jalonan el recorrido de edificaciones de la muestra, pero entre todos sobresale el regionalísta Anibal González. Fue este quien proyectó la Plaza de América con tres grandes pabellones y tres grandes estilos artísticos, mudéjar , renacentísta y gótico.

Mientras Sevilla se preparaba para vivir un acontecimiento que la convertiría en escaparate del mundo, se libraba en el Norte de Africa la Guerra del Rif, una contienda que enfrentaba a las tribus rifeñas contra la ocupación colonial española y francesa.


De vuelta a Sevilla, el Pabellón Mudéjar estaba finalizado en 1914, como así consta en la cerámica que está justo debajo del balcón que hay en el hall de entrada. Un angel porta la fecha en números romanos MCMXIV. Cruzando los arcos de herradura por los que se accede al patio encontramos una placa de marmol orlada con una guirnalda y rematada por la cruz roja en la que se puede leer una parte de la historia de este edificio:


EN LOS AÑOS DE 1921 Y 1922

FUE UTILIZADO ESTE EDIFICIO

COMO HOSPITAL DE LA CRUZ ROJA

PARA LOS HERIDOS DE MARRUECOS.

LAS DAMAS DE AQUELLA ASOCIACION

BAJO LA PRESIDENCIA DE S.A.R. LA

SERENISIMA SEÑORA INFANTA DE ESPAÑA

DOÑA LUISA DE ORLEANS. ACORDARON

CONMEMORAR CON ESTA LAPIDA EL

SUCESO, Y SU AGRADECIMIENTO AL

COMITE EJECUTIVO DE LA EXPOSICION

IBERO AMERICANA


Fotos en B/N: Colección Loty MACPSE

08 noviembre 2007

LA LUZ CON EL TIEMPO DENTRO

Tres vidrieras de la Catedral de Sevilla...

Capilla de Scalas. Venida del Espiritu Santo (1880). Incluye las figuras orantes de los dos religiosos que la costearon, el Chantre Don Cayetano Fernández y el Arcipreste Don Jerónimo Álvarez Troya.

Capilla de San Antonio. Santa Justa y Santa Rufina (1685) de Juan Bautísta de León

Capilla de San José. Adoración de los Pastores (1932)
Fotos: Alberto Ramírez

06 noviembre 2007

DON QUIJOTE vs GIRALDA


"Una vez me mandó que fuese a desafiar a
aquella famosa Giganta de Sevilla llamada la
Giralda, que es tan valiente y fuerte como
hecha de bronce, y sin mudarse de un lugar es
la más movible y voltaria mujer del mundo".
Don Quijote de La Mancha, II, cap.XIV.
Miguel de Cervantes
Foto: Alberto Ramírez

02 noviembre 2007

EL CACHORRO DEL CEMENTERIO, ¿ORIGINAL O RÉPLICA?

Fue en las vísperas de Todos los Santos cuando un compañero me contó la historia del la imagen del Cachorro del cementerio. Una historia que desconocía por completo pese a mi vinculación y afición a las cofradías y a las leyendas de Sevilla.


Este amigo me comentó que a él se lo contó un hermano, que en aquellos años ostentaba un cargo relevante en la Junta de Gobierno de la cofradía de la calle Castilla, cuando estaba terminando la carrera. En cuestión le dijo que la talla que se encuentra en el cementerio de San Fernando es el original de Ruiz Gijón. Tras el incendio sufrido en la Capilla del Patrocinio la imagen se llevó al panteón del arquitecto Aníbal González, hermano del Cachorro y personaje ilustre sevillano. En su lugar se ponía al culto la réplica que poseía un hermano, que le había sido legada de generaciones anteriores, y que ya contaba con algún siglo de existencia y antigüedad.


Precisamente ayer el ABC estrenaba revista cofrade, y traía a su portada la fotografía del rostro de ese otro Cachorro, acompañado de un reportaje de Jose Antonio Rodríguez. Tengo que decir que, aún, no he leído el articulo, pero sí he estado navegando por la red en busca de información y todo lo que he encontrado afirman con rotundidad que la imagen del cementerio es una réplica y no original, aunque sí que se hacen eco de esa leyenda urbana y cofrade.
Una vez finalizado el anual Rosario de la Aurora de mi hermandad de Monte-Sión, La Criticona, El León de las Indias y el que firma nos encaminamos al cementerio municipal sin ánimos de convertir nuestra visita en una búsqueda del descanso de Aníbal González. Recorrimos todo el eje central hasta llegar a la zona de la entrada, donde se concentran las esculturas funerarias y mausoleos más representativos; el lugar con sabor más romántico de todo el camposanto. Desandamos nuestros pasos por esa espina dorsal centrada por el Cristo de las Mieles de Susillo, cuando me percaté de que en la puerta de un panteón de ladrillos vistos se agolpaban no más de cuatro curiosos. Me acerqué y pude oír a una señora: dijeron que hoy estaría abierto. El edificio en cuestión representaba ese estilo historicista que impregnaba la obra del insigne arquitecto del 29 sevillano. Se encontraba cerrado por una puerta de acero levemente calada. Me asomé y la claridad del exterior me impidió ver nada. Permanecí un instante con los ojos puestos en el interior y ya contemplé en el muro izquierdo la imagen de un crucificado de tamaño académico idéntico al gitano que expira en la Cava. Como pude introduje el objetivo de mi cámara, de la que obtuve estas fotografías.

Mis compañeros de expedición me siguieron. Había quien pensaba que el material no es madera, más que nada por el color. Yo intenté explicarles que el color es debido a la pérdida de policromía, y que lo que se ve es el estuco. Además el ensamble del brazo deja pocas dudas de que se trata de una talla. El León de las Indias comenzó a pensar en voz alta: es raro que esto lo sepa poca gente –porque él también desconocía la historia- y que se encuentre en el panteón de ese personaje en cuestión y retirado de los ojos de los más curiosos.

No quiero sembrar la duda, tan solo hacerme eco de una leyenda, nueva para mí. Eso sí, si no pudiera recuperarse una imagen del valor devocional y artístico, por ejemplo la Macarena o el Gran Poder, ¿se diría sin tabúes que lo que se repone es una réplica?. Y si fuera el Cachorro el que expira en el cementerio, ¿por qué no lo conserva la hermandad?

Fotografías: Alberto Ramírez

EL ROSARIO DE LA AURORA

... Cuando el día y la noche se ven

y se va reflejando en Tu rostro

el aroma del amanecer...

Fotografías y montaje: Alberto Ramírez