13 enero 2008

UNA CUARESMA EN ENERO

Aún vemos en balcones y ventanas los “papas Noé” cargados con unos sacos que Dios sabrá que han dejado en esos hogares. Todavía no hemos digerido el roscón de Reyes, y hay quien no ha encontrado el haba que simboliza que le toca pagarlo. A muchos, los Reyes les han traído costales fashion, dvds cofrades y discos de marchas procesionales, que seguro ya están hartos de sonar. Y es que el calendario es el que manda, y la Semana Santa es la que marca las grandes festividades de nuestro almanaque. De ella depende el Carnaval, la Feria de Abril, el Rocío, y el Corpus, que este año caen en meses poco usuales.

Hace menos de una semana que recibí en mi buzón el boletín de Monte-Sión. Un par de días que el Señor de la Oración, como en una foto de Roberto Villarrica, se cruzaba en su traslado a San Martín con la colgadura que muestra al Niño Jesús recién nacido que parece sacado de alguna cómoda de nuestras abuelas. El mismo viernes de vuelta a casa me cruzaba con el ensayo de la hermandad del Polígono, con la “pelua” que estaba cayendo. Y el martes comienza el Quinario del Señor de la Sagrada Oración en el Huerto. Incluso, me cuenta mi hermano, que el Señor de la Sagrada Entrada realizará el traslado a la Real e Insigne Iglesia Colegial del Divino Salvador en un paso con costaleros, y en el día de todos los andaluces.

El reloj parece adelantarse. Parece que su minutero y sus agujas son de factura cofrade, para suerte de todos nosotros. Estamos en las vísperas de la víspera, aunque sea en el mes de enero.

3 comentarios:

el aguaó dijo...

Las vísperas, siempre tan geniales, siempre tan esperadas, siempre tan espectaculares. Este año... tan cortas. Vísperas que se confunden con la nitidez de la trasera de la carroza de Baltasar.

En mi casa llegaron el 7 de enero.

Un abrazo amigo.

ANDRÉS dijo...

Una cuaresma atípica como tú dices, pero siempre esperada.
Este año a come torrijas de la paca, porque lo que es el roscón es mu difícil pa ella, aunque no imposible, eh!

Un Saludo, y el almanaque fantástico.

Anónimo dijo...

Esta tarde he ido a San Martin, nunca Le había visto allí y me hacia ilusión.
No me ha defraudado.Lo llena todo.
Un beso.