14 noviembre 2009

EL CRUCIFICADO DE MONTE-SIÓN ( III )

En esta entrada finaliza el articulo El Cristo de la Salud, una devoción camino de los 450 años. Al ser la última parte de este extenso estudio se adjunta toda la bibliografía consultada y estudiada.

La tarde del viernes 18 de julio se sublevan los mandos militares contra el gobierno de la República. Las brigadas incendiarias como respuesta comienzan a prender fuego a las iglesias, siendo la zona de San Julián y San Marcos de las más castigadas. No arremeten contra el Convento de Santa Paula, que, según la leyenda que existe en la clausura, estaba protegido por un anciano que se paseaba y que han querido identificar con San Jerónimo. Por el contrario, entran en la Capilla de Monte-Sión y lo sacan todo a la calle. Arrojan las túnicas que hicieran “las Pardales” un año antes por el ventanal que coronaba la puerta y que se depositaban en el coro. Abren un armario y encuentran la talla del Cristo de la Salud y lo tiran junto a los Apóstoles, los pasos, los enseres de la cofradía, el cuadro del Salvador, etc. Todo ello sería en pocos minutos pasto de las llamas. Por suerte, José Cabello Troncoso, días antes, refugió el resto de las Imágenes en el Archivo de Protocolos. El lunes 21 me llamó por teléfono D. José Cervera, D. José “el de Protocolo”, y me dice que todo estaba abierto y que la gente entraba y salía de Monte-Sión. Cuando llegué aquello era un desastre. Nada más entrar había un armario donde había estado el Cristo de la Salud y sólo quedaba la cruz y un brazo clavado a ella (13).

Altar de Cultos de la Virgen del Rosario en la Parroqui de San Martín

Tras la guerra comienza a recomponerse la Hermandad , con nuevas Reglas aprobadas en 1938. A los Titulares se les seguía rindiendo culto en San Martín hasta el retorno glorioso a su Capilla de la calle Feria en la tarde del 14 de diciembre de 1952. Una vez ubicadas las Imágenes en el altar mayor, el retablo de la pared del Evangelio quedaba vacío. Con el mismo espíritu benefactor con el que D. Domingo Planas Blávia había afrontado estas obras de reforma, D. José Luís Ruiz Muñoz, Mayordomo de la Hermandad , se comprometía a llenar ese vacío físico y devocional. Fue de los hermanos fundadores de la Cofradía de Santa Marta, quizás por su labor hostelera como dueño del Hotel Biarritz en el número tres de la calle Martín Villa. En 1953 había causado gran impacto en la Semana Santa el misterio del Traslado al Sepulcro de esta corporación, gubiado con gran acierto por el imaginero sanroqueño Luís Ortega Brú. Debido al éxito y a la acogida con la que el pueblo de Sevilla recibió este grupo escultórico, y por el trato que había mantenido Ruiz Muñoz con el imaginero, decide encomendarle la realización de la imagen del Santísimo Cristo de la Salud. Por las características de la obra se entiende que en el encargo se dejaba claro que no procesionaria la tarde del Jueves Santo.

Luis Ortega Brú portando al Cristo de la Caridad de la Hermandad de Santa Marta

Ortega Brú se inspira para su obra en el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, de la Hermandad de Montserrat, del maestro Juan de Mesa (1623). Las dimensiones de ambos crucificados son similares. Asimismo, los dos giran la cabeza hacia la derecha con la boca en actitud de hablar, presentando la corona de espinas tallada en el mismo bloque craneal. También se alza sobre una cruz arbórea sujetado por tres clavos de cabeza piramidal, al igual que el sudario anudado hacia el lado derecho de tipo cordilifero, delatando aires montañesinos. Pero a pesar de ello, nuestro Crucificado tiene una personalidad propia consustancial a su autor, que no deja indiferente a nadie. Como el mismo Ortega Brú decía: Todas mis esculturas son desgarros. Mi arte es la expresión del alma de mis amigos que han muerto luchando por un ideal. Son como sueños torturados (...) Los que me tachan de duro no saben que no puedo vender mi arte a los que sólo quieren ver reflejados muñecos bonitos (...) el Cristo es como un grito desgarrado (15). A Ortega Brú le gustaba llamarlo Cristo de las Lágrimas, quizás por la que vierte unos expresivos ojos sobre la mejilla derecha. Antes de entregar la imagen, finalizada en los talleres de Pérez Calvo, realiza una exposición en la desaparecida Galería Cubiles, acompañando a nuestro Crucificado un grupo de la Piedad para la Línea de la Concepción y cuatro cartelas en altorrelieve para el paso de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena. En ese mismo año talla otro crucificado para la Parroquia de la Inmaculada de la localidad gaditana de Campamento, repitiendo el mismo modelo del Crucificado de la Salud , haciendo lo mismo con otros dos, el Cristo de la Vera-Cruz de Manzanares (Ciudad Real) y uno que remataría el Calvario de un altar para una parroquia de la capital.

Primera fotografía del Crirto de la Salud en la desaparecida Galeria Cubiles

El Viernes de Dolores 9 de abril se procedería a la bendición, besapies y solemne Vía-Crucis del Cristo de la Salud. A las nueve de la mañana se bendijo por el entonces Director Espiritual, el capuchino Fray Buenaventura de Cogollos Vega, quedando posteriormente expuesta en devoto besapies. El Vía-Crucis comenzaría a las ocho de la tarde, dirigido por fray Daniel María de Palencia, por el siguiente itinerario: Feria, Torrejón, Alberto Lista, Saavedra, San Martín, Cervantes, Don Pedro Niño, Lepanto, Pozo Santo, Misericordia, Encarnación, Alcázares, Sor Ángela de la Cruz , Gerona, San Juan de la Palma , Feria, Castellar, Laurel, Almirante Espinosa y Feria. Se citó a los hermanos a las 7,45 de la tarde en la Capilla para acompañar a la nueva imagen en el solemne Vía-Crucis de desagravio (16). Siguieron a este otros dos al Hospital de la Cinco Llagas donde se cree se fundó la Hermandad , siendo depositado en su magnífica iglesia y haciéndose las estaciones por las distintas salas de la planta baja del amplio establecimiento benéfico-sanitario (17).

Fray Buenaventura de Cogollos Vega, Director Espiritual de Monte-Sión en 1954, persona que bendijo el Cristo de la Salud

Imágen tomada el día de la bendición del Cristo de la Salud en la Capilla de Monte-Sión

A las 12 del mediodía del 17 de junio de 1954 se reune la Junta de Gobierno en Cabildo de Oficiales. El entonces Mayordomo, y donante de la imágen del Cristo de la Salud, hace constar en actas: (18)

(…)

Nuestro Mayordomo Sr. Ruíz Muñoz presenta un escrito referente a su donación del Stmo. Cristo de la Salud con su deseo de que se haga constar en acta la copia literal del mismo; la Junta una vez conocido dicho escrito acuerda acceder a dicha propuesta, haciéndose también constar en acta el unánime agradecimiento por dicha donación, así como por la hermosa labor que viene llevando a cabo durante el tiempo que lleva desempeñando el cargo de Mayordomo.

Dicho escrito es como sigue:


“Comparece Don José Luis Ruíz Muñoz, mayor de edad, casado, industrial, vecino de Sevilla, y con domicilio en calle Martín Villa nº 3.


Que, el compareciente, ha decidido donar a la Cofradía de la Sagrada Oración en el Huerto y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos de este capital, con Capilla propia denominada de Monte-Sión, de la actualmente es Mayordomo Primero, una Imagen del Crucificado, de su propiedad, previamente bendecida por el Director Espiritual Fray Buenaventura de C. Vega, de la que es autor el escultor imaginero Don Luis Ortega Brú.


Este Crucificado que se titula de la Salud, sustituye al que las hordas destruyeron el día 18 de julio de 1.936, en la Plaza de los Maldonados (vulgo de los Carros), que recibiera veneración en la Capilla de la Hermandad.


Es de madera de ciprés y su actitud expirante, con el pecho alzado y la espalda separada del santo madero, en una posición parecida al de la Cofradía de Montserrat. Sus dimensiones son dos metros de extremos de pies a cabeza y uno noventa de mano a mano en su mayor longitud. Para su más fácil identificación se une a esta acta una fotografía de la Imagen.


Yo el notario, doy fe de que la misma responde a la donación del compareciente, haciéndolo constar así en el reverso de la postal.


Las condiciones de esta donación son las siguientes:


Primero.- Habrá de recibir culto, precisamente en la Capilla de Monte-Sión, y la Cofradía se comprometerá a celebrar en su honor al menos una misa solemne al año, en la fecha que estime.


Segundo.- Podrá celebrar asimismo cuantos cultos internos o externos tenga a bien, entrando el Cristo a formar parte del tesoro artístico de la corporación desde este momento.


Tercero.- La Hermandad se comprometerá solemnemente a no ceder, ni enajenar bajo ningún concepto ni pretexto, ni en circunstancia ninguna la Imagen donada, la que tampoco podrá ser prestada ni trasladada de la Capilla donde permanecerá constantemente.


A la presente acta, se une testimonio literal del acuerdo consignado en la correspondiente de la Junta de Gobierno, aceptando la donación con las tres condiciones dichas, previamente conocidas, y una fotocopia de una copia autorizada de la presente escritura pasará a integrar el Archivo de la Cofradía, uniéndose al libro que corresponda.”


(…)


Homenaje de la Hermandad de Monte-Sión a D. José Luis Ruíz Muñoz, donante de la imágen del Cristo de la Salud


En torno a esos años comenzó a fraguarse por un “grupo de locos” que compartían entusiasmo, desvelo y juventud lo que en 1960, y con motivo del 400 Aniversario Fundacional, sería la Bolsa de Caridad. En recuerdo de ésta, titulaban al crucificado Santísimo Cristo de la Salud y Caridad, realizando en torno a él ejercicios espirituales para ambos sexos en Cuaresma. Esta bella advocación no ha sobrevivido en su totalidad, quizás por no realizar una reforma de Reglas en su día incluyendo la Imagen como titular de la Corporación. No será hasta la década de los setenta cuando se incluya como titular el Cristo de la Salud en las Reglas y se instituya su anual Triduo, Besapies y Vía-Crucis, continuando sus cultos hasta la fecha y sin interrupción.


Notas .

13.- Buscando en nuestra historia. Boletín Hermandad de Monte-Sión nº 62. Entrevista a D. Gabriel Ramos Ayerbe. Enero, 2003.

14.- Hernández Díaz, José – Sancho Corbacho, Antonio: Estudio de los edificios religiosos y objetos de culto de la ciudad de Sevilla saqueados y destruidos por los marxistas. Sevilla, 1936.

15.- Alfageme Ruano, Pedro: Luís Ortega Brú (1919-1982).

16.- Diario El Correo de Andalucía, 7/4/1954.

17.- D. Ramón. Cristo de la Salud. Boletín Hermandad de Monte-Sión nº 3. Ago. 1960.

18.- Acta de Cabildo de Oficiales del 17 de junio de 1954. (A. H. M)

Bibliografía .

- Abad Sánchez Gordillo, Alonso: Religiosas Estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana. Sevilla 1982

- Arenas González, Hilario: El Crucificado de Monte-Sión. Diario ABC, 20/3/1973.

- Bermejo y Carballo, José: Glorias religiosas de Sevilla. 1882.

- Carrero Rodríguez, Juan: Anales de las cofradías sevillanas. Sevilla, 1991.

- Diario El Correo de Andalucía, 23/3/1954 y 7/4/1954.

- García Gutiérrez, Pedro F. – Landa Bravo, José: La escultura de la Prehistoria al Gótico.

- González de León, Félix: Noticia artística de todos los edificios públicos de esta muy noble ciudad de Sevilla. Sevilla 1843. Reedición, Sevilla 1973.

- Hermosilla Molina, Antonio: La Pasión de Cristo vista por un medico. Sevilla, 2000.

- Hernández Díaz, José – Sancho Corbacho, Antonio: Estudio de los edificios religiosos y objetos de culto de la ciudad de Sevilla saqueados y destruidos por los marxistas. Sevilla, 1936.

- Pedregal Sanmartino, Luís Joaquín: La Cofradía de Monte-Sión celebra en 1960... Archivo Hispalense. Tomo XXX, nº 93-94 (1959).

- Pérez-Embid, Florentino: Pedro Millán y los orígenes de la escultura sevillana. Madrid, 1973.

- Rodríguez Gatius, Benito: Luís Ortega Brú. Biografía y obra. Sevilla, 1995.

- V.V.A.A. Crucificados de Sevilla.. Vol. I. Sevilla,

- V.V.A.A. Las cofradías de Sevilla en el siglo XX. Sevilla 1999.

- V.V.A.A. Misterios de Sevilla. Vol. II. Sevilla, 1999.

Texto: Alberto Ramírez Jiménez

Fotos: Manolo Morales. José María Delgado Ramón

Video: montaje y fotografía de Alberto Ramíerez Jiménez


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran trabajo, muy bien documentado y se ve que tanto esfuerzo está teniendo recompensa, aunque sea a largo plazo. Te mando ánimos para que sigas con tu empeño.
Un saludo, amigo.

Anónimo dijo...

He leido las tres ultimas entradas detenidamente.

Has hecho un trabajo bien documentado, con una capacidad de síntesis admirable donde dejas aflorar los sentimientos en su justa medida.

Un saludo.