En un ejercicio de mimetismo a mis padrinos en esto de los blog también voy a expresar el balance del año que hace cinco dias nos dejó.
Inicie la andadura en sus primeros meses con mucha ilusión. Una llamada de teléfono en una mañana fria haciendo cola en la universidad me auguraba el comienzo de un periodo trabajando en algo que realmente me gusta y con una gente excepcional que ya tuve la suerte de conocer a fines de 2005 y que a lo largo de 2006 se han ido sumando otras personas de igualo calado. No me arrepiento de haber aceptado a pesar de que sólo he visto trabajo y ningún euro. La incompetencia y la ineptitud de la administración me siguen llevando por la calle de la Amargura.
Vino la primavera con mi ansiada Semana Santa y con la inigualable jornada del Jueves Santo en Sevilla, en la que retomé la dalmática y el acompañamiento tan cercano al dolor sublime, que ,como todo el que me conoce sabe, es mi devoción con letras capitales.
En el albero de la Feria abrileña eché de menos la ilusión por una flamenca que en el año anterior supo ipnotizarme con su sonrisa. Un espejismo al fin y al cabo, digan lo que digan. Pero ya curado de los revuelos de sus volantes, que ahora agradezco haberlos conocido y no haberme distanciado de ellos. He ganado una amiga. Con eso me quedo y con eso me tengo que conformar.
Fue el verano la estación más extraña. Mi agenda, mi diario se detuvo sin nada que escribir. Y no por falta de historia, sino porque no me apetecía dejar constancia de ella. El verano más absurdo que lo llamó La Criticona. La despedida a tierras del levante andaluz de un familiar y un amigo en mis dias. Una historia de ida y vuelta que todavía sigue yendo y viniendo, y un dolor y un desasosiego que jamás me hubiera gustado sentir en una persona que he aprendido a querer y apreciar con el paso de los meses y los años. De todo se sale. Todo tiene remedio menos la muerte que dice mi madre.
Pero también fue en el estio laboral cuando mi lista de amistades se vio incrementada cuando conoci a mi amiga de Córdoba. Una de esas personas que parece que la conoces de toda la vida. Cosa de las tecnologías puesta al servicio de la comunicación. Te devo una visita a la ciudad de la Mezquita. Todo lo mejor te deseo en la nueva vida que emprendes en julio.
No se fue el calor cuando llegó el otoño. Un año que sumar a la vida. Nuevas visitas al León a Almería y el descubrimiento fugaz de Granada. Horas de volante, kilometros de carretra, conversaciones y charlas con mi compañera de viajes. Pero todo igual.
Las luces de Navidad vinieron acompañadas por una renuncia y una apuesta por un camino largo en el que no hay que desfallecer. Una esperanza por alcanzar lo mejor.
Deseo un FELIZ 2007 para todos aquellos que en estos momentos esten leyendo esto, muy especialmente para toda mi gente. Que se hagan realidad nuestros deseos y... una matita de romero pa´que se vaya lo malo y entre lo bueno
3 comentarios:
Un balance de un año muy condesado y muy bien descrito. Sólo espero que cobres en 2007 pa irnos por ahí de viaje. Yo a ti si que te quiero de todo corazón, has sido sin duda la persona más cercana a mí en este año, una oreja pa escuchar todos mis berrinches. De 2006 me quedo con lo bueno, me quedo contigo y con la amistad que en los últimos meses nos ha unido aún más. De todo hay que sacar las cosas buenas, y aunque muchas veces piense que he malgastado cinco años de mi vida me quedo con la alegría de haberte conocido. Espero que este año que entra sea bueno para ti porque a la gente buena solo se le desea lo mejor. Gracias por todo.
Alberto, el comentario llega un poco tarde, pero no he tenido tiempo ni para leer los blogs! Te deseo un feliz 2007, que se cumplan tus deseos, pero sobre todo, que sigas siendo como eres, un tío genial, un besote fuerte!!!!!!
Aunque este muy avanzado el mes ... yo tambien quiero desearte lo mejor para este año que llega. Espero que este nuevo año nos permita disfrutar de mas ratitos juntos. Ah! que soy carmen, tu compi de pupitre. Un besazo !!1
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